domingo, 27 de febrero de 2011

Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien sabrás que ... no necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban mi nombre en el cielo, ni mariachis en la puerta de mi casa ni cosas así. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con cariño. Todos los detalles son buenos... abrazos, sonrisas, besos , una visita inespererada, un regalo personal, un mensaje de madrugada, un tablón aunque solo ponga mi nombre
Creo que nada demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario