No lo añoras, lo necesitas.

Añoro el olor a crema unos instantes antes de sumergirme al agua, añoro el olor a playa mientras miro al horizonte sin rumbo fijo y veo la brisa pasar, añoro sentarme en la arena y jugar como una cria pequeña, añoro levantarme temprano para ir a la playa, añoro meterme al agua deprisa y corriendo y sentir esa adrenalina que te produce el contacto con el agua fria, añoro hacer el pino y que venga una ola y me tire, añoro saltarme las reglas cuando veo la bandera roja, añoro tumbarme en la amaca y divisar el cielo, añoro ir de compras o tomarme un helado a media tarde y añoro dar paseos por el mirador, no añoro la arena pegada al cuerpo si estoy mojada y tampoco la que se te queda cuando te echas la crema, tampoco añoro tragar agua mientras alguien me sumerge la cabeza tras ella, pero si añoro todo lo demas que me recuerde a ese lugar donde me libro de mis pensamienos y me evado de la realidad que a veces tanto hace falta.